viernes, 22 de noviembre de 2013

Almas gemelas

Se dice que Dios creó un TODO y lo llenó de vida; luego lo dividió en dos y cada una de esas dos partes reencarnó en dos seres diferentes. Deberían evolucionar cada una a través de vidas separadas. Así nacieron las "almas gemelas", ese es el concepto de su existencia y la razón del por qué están separadas.

Sin embargo, aunque nacen en cuerpos diferentes, la unión de esas almas no termina jamás y a través de muchas reencarnaciones están juntas, cada una en un escenario diferente, viviendo vidas paralelas, con las mismas experiencias, pero no se reconocen desde el primer instante porque falta evolución y por eso en varios casos necesitan de otras relaciones. Pero el reencuentro al final es inevitable.

Las almas gemelas tienen los mismos intereses, su atracción no es sólo física o sexual y la ternura ocupa sus instantes y sus miradas. Ese amor trasciende la edad, la materia, la raza, el credo, las distancias. Al verse, sienten una infinita necesidad de abrazarse y besarse y expandir las energías de sus corazones. Ambas desean crecer espiritual e intelectualmente, se incentivan mutuamente por ese crecimiento personal, no existe entre ellas el egoísmo ni la individualidad y tienen el deseo, aunque inconsciente, de llevar a cabo su misión juntos.

Se complementan en todos los sentidos… ¡casi piensan lo mismo! Se aceptan, se respetan, hacen planes para el futuro, se quieren como son. Si se pelean parecen marchitarse y buscarán rápidamente aclarar sus malentendidos, con humildad y generosidad el uno por el otro. Y su amor crecerá cada día más y más. Se dan cuenta que aunque separadas han estado buscándose siempre, ahora comprenden el por qué de la espera, por qué la alegría de vivir y por qué, a pesar de todo,  los corazones no se cerraron a la llegada del amor, nunca. Sus experiencias pasadas fueron la preparación para el reencuentro.

Las almas gemelas se atraen más fácilmente. Hacer el amor es una experiencia que cobra un inusitado significado y en un indescriptible instante de esa unión, logran reconocer a través de sus ojos, el alma que estaban buscando...

Pueden pasar años, pero en el fondo de tu corazón, sabrás que tu alma gemela siempre existió, que uno siempre estuvo ahí, totalmente hecho para el otro y que el momento del reencuentro será crucial para reconocer que nunca podrá existir nadie como él/ella para vos.

El amor verdadero

Tal vez encontremos una respuesta en esta definición sobre en qué consiste el amor verdadero: sería la combinación de deseo, ternura y amistad.

Una pareja se une por la presencia de estos tres elementos y sus momentos de felicidad se deben al equilibrio de estos mecanismos psicológicos. Cada uno de estos factores es una parte primordial de lo que conocemos como "Amor Verdadero".

El deseo es el enamoramiento, el amor pasional. Es el que te hace sentir "loco de amor"; es un amor que duele y se relaciona con lo erótico y lo sexual.

La amistad es compartir, preocuparse por el otro, estar juntos en buenas y malas situaciones.
La ternura es lo grato, el mimo, la no violencia.

Esta fórmula parece ser bastante efectiva pero no fácil de lograr. Cuando algún elemento falta, el sentimiento es de decepción e insatisfacción.

Lo cierto es que a menudo las parejas se "enganchan" por alguno de estos elementos, generalmente el deseo, con ausencia de los otros dos y entonces cuando el deseo se evapora se termina la pareja.

El amor verdadero asegura la pasión, el afecto y la comprensión, y evita los celos y el control, por eso dura más tiempo y produce más placer.

Es el amor el que produce energía, dan deseos de luchar y de cambiar, además conforta en todo momento.

Cuando el amor aparece produce alegría y sobre todo paz.

Amar sin esperar nada a cambio

Dar sin esperar recibir nada a cambio es una de las bases del amor incondicional. Dar sin expectativas. Dar por dar, por abrir el corazón al amor, a la posibilidad de expresarnos en la entrega desinteresada.

Cuando damos y esperamos algo a cambio, convertimos el acto de dar en una deuda a largo plazo. La otra persona se convierte en tu acreedor y se lo vas a hacer sentir. Cuando quieras seguir dando a esa persona, o la persona va a estar en una posición de desventaja frente a vos, o por resguardarse no va a querer aceptar que le des nada más. Manipulamos muchas veces sin darnos cuenta, al otro mediante el dar. ¿Eso es lo que se busca?
Escucho muchas veces: "¿Me podrías dar tal cosa? Acordate de cuando yo te di"... ¿Entonces cuando diste, esperabas recibir algo a cambio? ¿Dar es un acto de amor o de control? Hay que animarse a dar sin esperar nada a cambio. ¡Es una de las mejores sensaciones!

Desafíos

Cuando alguien evoluciona, también evoluciona todo a su alrededor. Cuando tratamos de ser mejores de lo que somos, todo a nuestro alrededor también se vuelve mejor.

Eres libre para elegir, para tomar decisiones aunque solo tú las entiendas. Toma tus decisiones con coraje, desprendimiento y a veces con cierta dosis de locura.

Solo entenderemos la vida y el universo cuando no buscamos explicaciones. Entonces todo queda claro.

Aprender algo significa entrar en contacto con un mundo desconocido en donde las cosas más simples, son las más extraordinarias.

Atrévete a cambiar, desafíate, no temas a los retos.

Insiste, una, otra y otra vez.
Recuerda que sin fe se puede perder una batalla que ya parecía ganada.
No te des por vencido.
Acuérdate de saber siempre lo que quieres.
Y empieza de nuevo.
El secreto está en no tener miedo de equivocarnos y de saber que es necesario ser humilde para aprender.
Ten paciencia para encontrar el momento exacto y felicítate tus logros. Y si esto no fuera suficiente, analiza las causas e inténtalo con más fuerza.
El mundo está en manos de aquellos que tienen el coraje de soñar y de correr el riesgo de vivir sus sueños.

Paulo Coelho.

viernes, 15 de noviembre de 2013

Avanzar

Y sí, lo reconozco... lo difícil no es sólo dar el primer paso. Da miedo seguir caminando cuando no puedo ver completamente todo el camino, pero de eso se trata la vida: avanzar con confianza a pesar de no saber lo que se viene.

Esta entrada no es la misma que la primera. Ya no tengo 16 años, pasaron un montón de cosas en el medio y este blog, el cual fue creado para acompañar y reflejar parte de mi vida, tiene que estar a la altura de las circunstancias. Crecí, cambié en algunos aspectos (para mejor, espero)... y conmigo también tiene que hacerlo este espacio, ¿no?


Reconozco también que madurar a veces implica aceptar cosas que creí impensadas. Hace cinco años atrás jamás me imaginé en en una situación como esta... porque hace poco tuve que comenzar con un cambio tan drástico que no creí llegar a soportarlo. Fue como una metamorfosis completa, un hito que marcaría un antes y un después en mi vida que creí que jamás podría superar... y que incluso hasta ahora, lo confieso, a veces me sigue siendo difícil de asimilar.


Sé que todavía no dispongo de la inteligencia emocional suficiente para terminar de aceptar la posibilidad de que la persona que amé tanto, durante tanto tiempo y de una forma tan increíble e incomparablemente profunda, probablemente ya no será ese quien siempre creí que sería: mi compañero de vida, mi sostén incondicional, el hombre con quien formaría una familia. Y es difícil, muy, porque con Él crecí, con Él proyecté mi vida, con Él compartí cosas que con nadie más compartí... fue lo que con todo mi corazón creí que me completaba, lo que me complementaba. A veces sigue siendo difícil mirar ese lado que dejó vacío y llenar el hueco que quedó ante su ida. Es algo que todavía ahora estoy aprendiendo a hacer.


Por eso, a la vez, no quiero dejar de escribir acá. No sólo por el hecho de no dejarme alguna que otra cosa guardada, sino por todo lo que siempre significó para mí su esencia reflejada en este lugar. Porque no quiero desechar completamente ni dejar a un lado todo lo hermoso que sentí y por consiguiente, todo lo que construí gracias a eso. No por un tema de apego emocional... sino porque Él formó parte de mi vida, porque sigue siendo parte de mí de alguna forma y sería hipócrita de mi parte intentar olvidar todo aquello que alguna vez influyó tanto en mi felicidad y llenó tanto mi vida.


No falta alguna que otra noche en la que extraño tus abrazos mientras me estoy por quedar dormida. Pero esta mujer ya adulta a la que cada día se le cae una ficha nueva, quiere flexibilizar sus objetivos, terminar de abrir su mente, sus ojos y su alma... aunque ya no pueda ser, física y realmente, en Tus Brazos.



domingo, 4 de agosto de 2013

Si mi amor es ciego, no tengo ganas de ver la luz... porque cuando mi mundo estaba oscuro vos fuiste el único que me rescató... por eso te digo con toda mi gratitud que sí, SIEMPRE vas a estar en mi corazón... porque lograste hacerlo tuyo.




viernes, 5 de julio de 2013

 

Me gustan tus ojos cuando se pierden rebuscando entre mis pupilas.
Me gusta sentir tu pelo despeinado entre mis dedos y los latidos de tu corazón mientras me abrazas.
Me gusta oler la esencia que emana tu piel, inconfundible; el calor irradiado al contacto con tu cuerpo me encanta.
Y me gusta poder palpar el estremecimiento que te recorre cuando puedo respirarte el aliento y que me compartas todas tus pasiones.

No deja de gustarme la manera en que nuestros cuerpos se comunican

miércoles, 26 de junio de 2013

En invierno...

Si alguna vez sintieras frío y necesitaras mi abrazo;
si existiera la posibilidad de que se te enfriaran las manos y pensaras en que a veces yo sí puedo entibiártelas;
si por ahí llegaras a necesitar mis caricias para dormir, o quisieras estar tapado hasta la frente conmigo;
si por esa remota casualidad te quedaras pensando en mí un rato largo antes de dormirte...

Quiero que sepas que me pasa exactamente lo mismo con vos.


(y acá va escrito algo que no me animo a decirte hace mucho)

viernes, 14 de junio de 2013

No actúes tan extraño
y duro como una roca.
Si te mostré pedazos de piel
que la luz del sol aún no toca.
Y tantos lunares que ni yo misma conocía...
Te mostré mi fuerza bruta,
mi talón de Aquiles, mi poesía. 

Si me ves desarmada,
¿por qué lanzas tus misiles?
Si ya conoces mis puntos cardinales
los más sensibles y sutiles.

¿Qué harás?
¿Qué haré si no te vuelvo a ver? 
Si desde el día en que no estás
vi la noche llegar mucho antes de las seis...


jueves, 13 de junio de 2013

Round 1. Fight!


Como dos bandos peleándose, dentro de mí todavía está esa parte impaciente, llena de dolor, indignada y cansada de llorar, que me pide por favor que deje de amarte así. Y del otro lado está esa parte todavía esperanzada, que me hace sonreír de la nada cuando te recuerdo, y me da ganas de seguir esperando a que las heridas se curen del todo, levantándome y pidiéndome que no deje de hacerlo, haciéndome dar cuenta de que todo esto que siento es una de las cosas más hermosas que alguien puede sentir por otra persona.

Y sí, es obvio: a mí me encantaría que vos pudieras volver a sentir lo mismo que yo. Pero las personas no controlamos lo que sentimos... a todos nos cuesta equilibrar nuestros sentimientos. Entonces ¿quién soy yo para pedirte que me ames...? =( =( =(

domingo, 9 de junio de 2013

Le escribo sabiendo que nunca enviaré esta carta.

Casi todas las noches al acostarme, inconscientemente y como si fuese una rutina, mi cabeza empieza a enumerar todas las cosas que me gustaría decirte antes de dormirme. Me quedo un par de minutos así, con los ojos cerrados y casi siempre sonriendo... ¿a quién no le harían sonreír tantas palabras lindas?
Ante las ganas suelo agarrar mi celular y después, vuelvo a cerrar los ojos hasta quedarme dormida, pensando en esa ilusión de que al menos pude escribirte ahí. Tratando de ignorar el hecho de que nunca vas a poder leer nada de eso.

Había leído alguna vez, no recuerdo dónde: "Sos mi primer pensamiento al despertarme, y el último en quien pienso cuando me voy a dormir."

Que tengas una linda noche.

viernes, 17 de mayo de 2013

All my memories keep you near

Con tres grados  de sensación térmica, hoy olvidé mi bufanda sobre la cama. Mis manos empezaron a estar frías apenas abrí la puerta para salir, y tuve algo de miedo de que mi tos empeorara cuando me di cuenta de que mi cuello estaba más descubierto de lo habitual.

Sea el momento que sea, siempre encuentro la excusa perfecta para recordarte y ver qué podrías estar haciendo según las circunstancias. Bueno, hoy, mientras esperaba el colectivo y mis piernas tiritaban, fue el momento ideal para hacerlo y ponerme a pensar en vos.
Te recordé abrazándome en días fríos y tuve ganas de que cubrieras mis manos entre las tuyas para que pudieras entibiarlas. Me recordé a mí misma en Bariloche con el cuello polar que me habías prestado para abrigarme el cuello... y  se ve que eran tantas las ganas que tenía de estar más abrigada y calentita que, aunque suene obsesivo, hasta esto recordé:

Hasta yo me considero loca por acordarme de esto casi tres años después. De hecho tuve ganas de pinchar el "Me gusta" a lo que me contestaste cuando encontré la publicación.
Perdoname, debo parecer una obsesiva por acordarme de este tipo de cosas, pero es que estos recuerdos y los pequeñísimos detalles que siempre tuviste... la ternura y emoción que me causan son las que me hacen querer seguir recordándote cada vez que no estás conmigo... me hacés sonreír aunque ni siquiera estés al lado... en serio.

Y sí, me maté buscando el comentario, pero de verdad lo hice con toda la ternura y emoción de todas, repito... porque me colgué mirando casi todo lo que nos escribíamos, y todo me hizo sonreír.
Me encanta acordarme de vos, es lo que te mantiene cerca.

domingo, 12 de mayo de 2013

Te quiero ♥

Desear no es querer. Se desea lo que se sabe que no dura . Se quiere lo que se sabe que es eterno.

Rousseau

sábado, 11 de mayo de 2013


Ah, por otra parte, quiero que sepas que no me olvidé...
Ya te escribí por tu cumpleaños, pero como hoy lo festejás, quiero desearte la más linda de las veladas junto a todos los que querés. Repito... ojalá hubiera podido estar ahí con vos.

La foto nada que ver. Pero no sé... primero ví tus manos y recordé lo mucho que me gustan =), y después, bueno... lo que dice abajo me convenció para subirla. Justo recordé que HOY hacen cinco años que te lo dije por primera vez.
Si fuera por mí y si pudiera, escribiría cada hora del día contándote lo que me pasa. Y digo "contándote" porque realmente, si no me hubieras dicho nada, no hubiera siquiera sospechado que sos el único que más entra acá.
Además de todo esto, y a pesar de que lo hubiera sabido desde antes, de todas formas tampoco me habría animado a escribir tanto. De hecho ahora mismo no lo hago tan seguido como quisiera. Como seguramente sabrás, tal vez ya no escribo tanto por temor, miedo a ponerte mal, entristecerte o incomodarte. Entonces, generalmente y las pocas veces que me animo a escribir, sólo trato de limitarme a relatar alguna anécdota "neutral" o simplemente algo que no te termine provocando lo que no quiero.
Al escribir en este blog, sólo me saco algo de las enormes ganas que siempre tengo de hablarte y compartirte mis cosas. Es como que escribir acá es una forma de charlar con vos indirectamente, de sentirme cerquita tuyo de algún modo... de poder decirte algunas de las tantas cosas que no me animo a decirte cuando tenemos la oportunidad de charlar o de estar juntos. Pero como te dije,  sólo algunas cosas me animo a contar... porque aunque muy probablemente ya adivinás lo que me pasa antes de que te hable (¡brujito!), lamentablemente todavía no me animo a decirte todo lo que tengo ganas de que sepas. Ni siquiera por acá.

- - - -

Me acuerdo cuando me contaste que visitaste a una especie de tarotista. A pesar de lo poco supersticioso que siempre fuiste, la visita te había sorprendido tanto que tuve ganas de ir a visitarla alguna vez también.
Hace semanas no pienso en otra cosa, y hasta ahora es tanta la curiosidad que sigo teniendo, que en éstos días hasta me puse a buscar algo de esas cosas en Internet.
"Un visionario natural" se la pasaba dándose fé y credibilidad en sí mismo cuando me puse a leer una página al azar. Hablaba de toda su experiencia e incluso habían testimonios de supuestas personas en particular que demostraban que el tipo era alguien de fiar, alguien realmente confiable. Como el servicio sólo era a través de internet dije bueno, no voy a perder nada con probar, igual. Y le mandé mis datos.
De verdad, a mí me pasaron cosas que realmente me dan lugar a creer ciertas cosas, pero la verdad nunca me puse a pensar en este tipo de gente... nunca me había llamado la atención hasta hace poco, cuando me contaste lo de la visita que hiciste vos.

Hoy a la mañana me había llegado un mail. "Tu estudio de contacto visionario gratuito" decía el asunto.
Me fijé sin ninguna emoción en particular, total era algo para probar nada más, para ver qué onda y qué decía.
Me puse a leer un texto larguísimo, que caracterizaba a mi supuesto yo con cosas que nada tenían que ver conmigo, y sonreí negando con la cabeza, confirmando que después de todo, no todo lo que te quieren vender siempre es cierto.
No obstante, al seguir leyendo, encontré algo que fijó mi mirada en el monitor. En medio del ejército de adjetivos errados encontré algo con lo que, al menos en parte, sí me sentía identificada, que me dio algo de esa expectativa que no sentía desde que empecé a leer...

"También presiento en tu interior este profundo deseo por encontrar el Amor verdadero. Querer responder a un deseo de compartir es un sentimiento muy noble. Porque vivir sin Amor real, aunque muchos consigan hacerlo a regañadientes, no es algo que valga para ti. Vivir sin Amor es como montar a solas en una bicicleta diseñada para dos.
(...) No prestes atención a los rumores. Si has perdido oportunidades maravillosas, no guardes ningún arrepentimiento. De ningún tipo. De nada sirve llorar por la leche derramada, ¿no es cierto? Lo que está hecho está hecho, y ahora pertenece al pasado. ¡Lo único que importa es el futuro!

He visto que algo te ocurrirá pronto. Presiento grandes cambios en los próximos seis meses. Cambios que aún quizás ni te imaginas. Pero cuando llegue el momento adecuado, nada ni nadie podrá impedir el lanzamiento de este proceso.Lo cierto es que todo está dispuesto para que las cosas cambien con rapidez. Se elevan las voces, hay movimiento a tu alrededor. Al ver estas imágenes, me dije a mí mismo que estabas a punto de tener un encuentro de enorme importancia para ti. ¿Qué sucede? ¿Puede ser que estés a punto de conocer a alguien que cambiará tu vida? ¿O quizá hay alguien con quién te gustaría compartir tu vida? Algo está naciendo. Un Amor embrionario que crecerá y dará paso al gran Amor que llevas alimentando en lo más profundo de tu corazón."

Yo lo leo, lo releo, y es como que sigue habiendo algo que me impide confiar del todo. Bueno, más que nada porque esto salió de una página cualquiera que encontré por ahí... aparte, ¿qué pruebas tengo de que en seis meses algo vaya a pasar?
Pero, ¿y las demás coincidencias? Son bastante puntuales... es verdad lo que pienso del Amor, lo escribí mucho por acá... y es verdad que siempre tengo ganas de compartírtelo... Es como que veo esos detalles y me quedo en "modo silencio" con puntos suspensivos... ...... .. .. .
Tengo ganas de visitar a esta bruja de la que me hablaste, pero recuerdo lo precisa que fue con vos, y creo que hay una razón por la que todavía no me animé a ir, y es porque tengo miedo de lo que me diga... Me moriría si tuviera que escuchar algo relacionado con perder las esperanzas, o perderte a vos.

En estos días, justito, y después de tanto tiempo de no tocar el tema, me volviste a preguntar si ya fui a verla. Hasta vos (repito: ¡brujito!) supiste lo que me pasaba.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Feliz cumpleaños al más lindo de la historia ♥

"Te regalo mi cintura, y mis labios para cuando quieras besar. Te regalo mi locura y las pocas neuronas que quedan ya; mis zapatos desteñidos , el diario en el que escribo, te doy hasta mi suspiros... pero no te vayas más. Te regalo mis silencios, te regalo mi nariz, yo te doy hasta mis huesos pero quédate aquí... Porque eres tú, mi sol, la fe con qué vivo, la potencia de mi voz, los pies con que camino. Eres tú, amor, mis ganas de reír, el adiós que no sabre decir porque nunca podre vivir sin ti."

En cierta forma me estaba preparando para esta posibilidad. Esta, va a ser la primera vez desde que nos conocemos en cinco años, que no voy a poder estar al lado tuyo el día de tu cumpleaños.

Suena triste realmente, porque acá, dentro de mi contexto, va a ser un día como cualquier otro. No pude hacerte una torta mejor que la del año pasado, o arreglar algo con tu familia para prepararte alguna sorpresa... Hoy, a pesar de que tu cumpleaños es una fecha importantísima para mí, voy a quedarme en casa, callada, sin razones para sacar el tema de que estás cumpliendo 23 años, ni para avisar que voy a pasar resto del día con vos.

Hoy no voy a estar con vos físicamente ni voy a poder darte un abrazo muy fuerte. Tampoco voy a poder cantarte el feliz cumpleaños entre risas junto a todos los que también te aman... sin embargo, ojalá que cuando soples las velitas, puedas sentir aunque sea en el fondo de tu corazón todo lo hermoso que siento y deseo para vos. Si ya todos los días encuentro una excusa para pensar en vos, quiero que sepas que hoy especialmente, más que nunca, voy a tenerte muy presente en mis pensamientos.

Gracias a Dios todavía me quedan fuerzas para luchar por lo que nos queda... así que voy a seguir demostrándote todo lo que significás para mí. Más allá de todo lo material, voy a seguir regalándote las sonrisas que me provocás, y dándote todo el cariño y amor que me permitas darte. Porque eso es lo que más deseo, que seas muy, muy feliz... y sigo sosteniendo la misma idea: la felicidad se completa a través del encuentro con el amor.

Quisiera darte el abrazo más cálido y dulce que te hayan podido dar jamás. Ojalá puedas sentirlo hoy a pesar de mi ausencia...
Feliz cumpleaños, mi sol. Sos mi vida entera.

viernes, 26 de abril de 2013

Me gustan las ojeras de tus ojos de no dormir porque estás aprendiendo.
Me gusta tu pelo sin arreglar, porque tenés mejores cosas que hacer.
Me gusta que te quejes, porque demostrás que hablás por vos mismo.
Me gusta que te vistas como quieras, porque sabés que tenés el derecho de hacerlo.
Me gusta que luches por lo que considerás correcto porque no sos un domesticado.

Me gustás.



Y más, mucho más que el día que te vi por primera vez.

lunes, 18 de marzo de 2013

YOU are my strength

Hacía días estaba pensando en que el Jueves pasado sería 14 de Marzo. Había pensado en escribirte acá ese día, pero por alguna razón no me animé. No me salieron las palabras.
Extrañamente, además, tampoco me salió una lágrima. Creo que fue porque no caía, y traté de que aquél Jueves fuera como cualquier otro día de cualquier otra persona.

Sin embargo, después de tantos días de tranquilidad, ayer lloré otra vez. Ni siquiera lo había planeado... simplemente me recosté, pensé en lo que pienso siempre, y quebré en silencio, casi sin darme cuenta. Supongo que pasó en ese momento porque sigo sintiéndome temblar cada vez que me abrazás, el corazón se me derrite cada vez que me das la mano, y me emociono como una nena cuando puedo mirarte a los ojos... pero me da miedo demostrarte estas cosas, será por la vergüenza, no sé por qué. Entonces trato de que nunca lo notes -aunque la mayoría de las veces siempre te termines dando cuenta de todo-, y sólo logro sacar esos hermosos sentimientos afuera cada vez que estoy sola, emocionándome, extrañádote, y pensando en todas las cosas lindas que siempre quiero decirte... en que a cada momento siempre te amo un poquito más que antes. Pero siempre sola.

El tiempo pasa, la gente crece y sus prioridades cambian. Pero vos no te moviste de tu lugar, siempre te mantuviste ahí... y a pesar de todas las metas y proyectos que tengo, estar a tu lado siempre termina siendo lo más importante para mí.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Pero yo no quiero.

Nunca fui tan exigente para escuchar música. Siempre escucho lo que concuerde con mi estado de ánimo, y casi siempre son canciones que no escucha casi nadie y que bajo de Internet.

Escuchar la radio, sin embargo, me hizo ser un poco más versátil en cuanto al tipo de canciones que escucho. Empecé a oírla sólo para distraerme, y después me terminé enganchando, me acostumbré.
Entre varias, hubo una de ellas a la que le presté especial atención hoy. Ya la había escuchado antes, pero apenas empecé a recopilar toda la información en mi cabeza, sentí que podría tomar aquellos versos como modelo a seguir...

Porque es verdad. Nada cambia en realidad, la vida sigue...
"Pero yo no quiero nada sin tí"; como dice la canción =(



Mi alegría se transformaría en una melodía de melancolía
Todo el día solo escribiría sobre la agonía de una noche sin tu compañía
Mi habitación la sentiría vacía
Una razón para notarla más fría
Lloraría y no sería feliz
Pero estoy seguro que no me moriría
Te olvidaría con el pasar de los días...
Y a pesar de mi teoría, no me arriesgaría a estar sin ti.

domingo, 3 de marzo de 2013

Te amo, Mimi.



                        No importa cuán dura sea una mujer ni cuánta independencia haya conseguido... todas, absolutamente todas tuvimos el mismo pensamiento alguna vez: “ojalá pudiera pasar el resto de mi vida con Él, la persona que más amé, y más sigo amando en el mundo.”
                        Ahora, finalmente, la vida te está dando la oportunidad de cumplir este sueño que siempre tuviste, y quiero que sepas que estoy inexplicablemente feliz por eso, Mimi. Lo estoy realmente, porque sos una de las personas más importantes presentes en mi vida... pero más que nada porque sé que te merecés todo esto que te está pasando. Te lo merecés porque sos una mujer que vale demasiado, y no lo digo sólo para llenar una carta... sos un ejemplo de vida para todos porque nunca bajaste los brazos para nada, siempre peleás,  siempre luchás para llegar cada vez más lejos, y aunque el cielo truene vos siempre sonreís y llenás de alegría a los que te rodean. La vida te está devolviendo con más felicidad toda la felicidad que vos durante tanto tiempo nos regalaste a todos los que te amamos…
                        Puedo imaginar todo lo que sufriste, todas las lágrimas que derramaste y por todo lo que tuviste que pasar para lograr seguir adelante. Pero mirá, ¿ves?, ahora es tu turno de tener una felicidad completa junto al hombre a quien amás, a quien SIEMPRE amaste. ¡Es tan hermoso tener alguien con quién compartir tu vida…!
                        Una vez leí que las personas que están destinadas a estar juntas, son quienes que pasan por todo lo que supuestamente debería separarlos... y unidos se vuelven más fuertes. Ustedes son la prueba clara de eso.
                        Te deseo toda la felicidad del mundo, y por el resto de tu vida.

¿Señales?

Tengo guardado el boleto del colectivo del día que nos besamos por primera vez, y casi todas las entradas de las funciones de teatro a las que asistimos cuando salimos juntos. No se lo había contado a nadie porque todos suelen reírse con ese tipo de detalles; la gente se ríe acusándome de cursi y obsesiva incluso cuando recuerdo la fecha del día que nos conocimos, cuando me emociono al recordar cuándo fue nuestro primer beso y mufan impacientes cuando todavía recuerdo que los 14 eran nuestra fecha.

Pero así y todo sigue sin importarme. Sigo recordando todo y teniendo en cuenta cada detalle.

Cuando cumplimos un año de novios, ambos nos vestimos de gala y festejamos junto a su familia el casamiento de su primo... Recuerdo que esa noche yo había sacado el anillo de la torta, y había logrado tomar la mitad del ramo de la novia.
Tiempo después, la preciosa hija de aquél matrimonio se bautizó... un día 14.

Y este Viernes fue el turno de mi prima casarse. Ocho años estuvo separada de la persona que ama, pero la vida le devolvió la felicidad y el 1ro de Marzo se casó con él por civil.
El detalle acá es que el 1ro de Marzo se hicieron cinco años desde aquel día en que lo besé por primera vez... a Él, ese a quien todavía no puedo dejar de amar con todo mi corazón... Y esa fue la primera vez, en estos cinco años, que no pude darle un beso en ese día.

La gente siempre dice que las cosas pasan por algo, que la vida te da señales todo el tiempo.
No sé completamente si estas son las "señales" de las que tanto se habla, pero lo que sí aseguro es que pensé en Él en cada momento, en el civil, en la iglesia y en la fiesta. Y la emoción al pensar en Él me sigue durando hasta ahora.

domingo, 24 de febrero de 2013

First Sight

"Todo se basa en los días, en los años, en el tiempo. Se necesita de tiempo para volver a ser feliz, por ejemplo. No se puede no sentir tristeza de un día para el otro.

Yo no lo sabía, él tampoco... y sin embargo estábamos hechos para vivir POR y PARA el OTRO. Tal vez nunca habrá pasado por su cabeza, pero mientras yo trataba de dar mis primeros pasos él ya estaba seguramente soplando su primera, segunda velita de cumpleaños; Mientras yo aprendía mis primeras palabras, él ya lo estaba convirtiendo en uno de sus hobbies preferidos (je).
Es una suerte que nunca se pueda predecir nada -al menos no con exacta precisión-, las sorpresas se perderían...

Hacía miles de días que los dos existíamos al mismo tiempo. Vivíamos en un contexto parecido y en la misma ciudad... andá a saber si alguna vez nos habremos cruzado sin darnos cuenta o incluso nos habremos mirado a la cara, a los ojos... sin siquiera imaginar quién era el otro. 
Yo en ese entonces era una una ingenua -Al menos más que ahora- y una ignorante de lo que me pasaba. Como dije antes, eso en parte es una suerte: La vida tenía una sorpresa guardada para mí, algo que daría vuelta TODO... y era obvio que quería tomarme desprevenida.
Era una ignorante de las experiencias, de las equivocaciones. Nunca tuve en cuenta el dicho "Las cosas siempre pasan por alguna razón"... siempre creí que podía hacer todo a mi modo.
Así, La vida misma decidió comenzar a sorprenderme y a enseñarme a caminar del modo más crudo que pueda existir: Mediante La Desilusión y la tristeza.
Meses y hasta podría decir que años me está costando ser como preferiría. Sin embargo los años anteriores fueron los que más peso tuvieron.
Empezaba a darme cuenta de que los problemas en mi familia siempre habían existido y que sólo no lo había visto antes porque NO QUERÍA. Estaba reconociendo de la manera más cruda que no todas las personas están dispuestas a ser tus amigas, y lo peor de todo fue aprender que a pesar de que tengas toda la voluntad del mundo para no sufrir, nunca vas a poder elegir de quién enamorarte. Es una sensación que te consume, te absorve por completo. Si no estás con esa persona no sentís nada, no sos...

Cuando hablo de que la pasé muy mal en esos momentos, hablo literalmente. Llegaba un punto en el que creía que sería lo mejor no volver a  acercarme a alguien, al menos durante un largo tiempo. Necesitaba recomponerme física y sentimentalmente.
Empezaban las peleas con mamá, y así mis restricciones con las salidas. Me volví ermitaña y sin querer me estaba alejando de mis amigas...

Un día vería a una amiga después de mucho tiempo, y aunque tenía muchas ganas de verla al menos por su cumpleaños, me la pasé todo el día teniendo miedo. Sentía miedo de no poder enfrentar a una de las causas de mi tristeza, y sabría que de algún modo sería débil.
Obviamente tuve que ir y "enfrentar", pero él pasó casi desapercibido. Yo estaba con mis amigas, las había extrañado muchisimo, y quería aprovechar mi estadía con ellas lo mejor posible.
Ahí, en ese momento, estando con ellas, fue cuando la Vida me llevó al segundo nivel de mi largo aprendizaje: Estaba parada lejos, pero frente a la entrada. Lo ví llegar, caminando con unos amigos de él, y aunque todavía no fue demasiado significativo para mí, lo miré durante varios segundos seguidos, sin poder dejar de hacerlo. Por un momento me olvidé del miedo que sentí al llegar a la casa de mi amiga, y le sonreí cuando vino a saludarme.

No lo conocía, ni siquiera formábamos parte del mismo grupo de gente... pero por alguna razón no podía dejar de observarlo. Me causaban gracia las cosas que hacía, parecía extrovertido, se mostraba seguro... y eso era lo que yo en ese entonces más necesitaba: Seguridad.
Recién cuando se sentó a mi lado me dí cuenta de que su sonrisa fue lo que más me había atraído. Sí, él me atraía, pero a pesar de que quisiera hablarle, la timidez todavía me dominaba. No podía hacer nada más que mirarlo, aunque sea de reojo. Igual era de imaginar que su extraversión permitiría que termináramos hablando de casi todo. Me hacía reír, me confiaba sus cosas. Parecía buen tipo... definitivamente quería seguir conociéndolo."

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Cinco años después, no dejo de agradecer la suerte que tuve al haberte conocido.


jueves, 14 de febrero de 2013

Sucundún ~

Antes de que pudiera poner mi mente en orden, la idea se me cruzó inconscientemente por la cabeza apenas me dijiste que te irías de vacaciones: "Me muero de ganas de acompañarte."

De nuevo había empezado a soñar con mucho viento, olor a sal y arena en el pelo. De nuevo ahí estabas vos conmigo, sonriente y agarrando mi mano en un viaje de ida que hasta entonces sólo podía ver en mi cabeza soñolienta. De nuevo nos veía a nosotros sentados y viendo las olas de lejos... siempre me despertaba en la misma escena.

Sin embargo, como siempre, no pude guardarme mis ganas en secreto durante mucho tiempo. No porque me haya animado sola a confesarte que tenía ganas de irme con vos, sino porque esa "intuición masculina" que tenés, esa especie de no sé qué que seguís usando para adivinar mis pensamientos cual brujo, hicieron que te enteraras de todo: "Estás así porque querés irte conmigo de vacaciones, ¿no?". No puedo explicar la vergüenza que sentí cuando supiste lo que me pasaba.

Ojalá que les toque días de mucho sol, no tanto calor, que puedas despejarte y que se diviertan mucho. Te vas mañana a la madrugada. Sólo van a ser unas muy mini-vacaciones. Un fin de semana de dos días... pero seguro dos días que voy a sentir muchísimo, pensándote un montón, como la última vez que te fuiste.
Hace cinco años en este día, faltaba muy poquito para verte por primera vez, pero todavía no tenía la suerte de conocerte.
Hoy creo que es la primera vez que paso un 14 de Febrero sin verte desde que nos conocimos. No es que esperaba con ansias el poder hacerlo estando así, como estamos... sólo me puse a pensar en ese detalle.
Tampoco lo digo porque sea San Valentín concretamente. Siempre nos vimos e hicimos algo en este día porque ameritaba el hacerlo, la fecha era una excusa más para salir y estar juntos un rato como cualquier otro día... porque cada día que podíamos estar juntos la pasábamos bien de igual forma.

Hubo algún que otro momento en el que sí tuvimos la suerte, pero hacen casi ocho meses (ocho meses...) que no solemos pasar un 14 juntos... y eso es a lo que voy con esto. Febrero es un mes muy cortito, y el 14 está muy cerquita del 23, del 24... del 27. Muy cerca del 1ro y del 14 de Marzo... viéndolo cronológicamente hoy estamos a menos de un mes de lo que fue nuestro 14 de Marzo. Eso es en lo que me colgué pensando más.

Sin embargo, en este día, estoy contenta de poder decir que sigo enamorada. Sentir amor, más allá del romántico... amar a alguien es una de las virtudes más preciosas del ser humano.
Nunca voy a dejar de agradecerte todo el amor que metiste en mi corazón desde que me enamoré de vos, ni tampoco voy a dejar de agradecerte todo el amor que me brindaste vos a mí. En mucho tiempo, y como nadie, amándome me hiciste sentir incomparablemente feliz.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Siempre muero de vergüenza cada vez que te pregunto si podés o querés que salgamos a algún lado. Casi siempre, antes de atreverme a preguntarte, tengo la idea -una idea muy acertada la mayoría de las veces- de tener que aceptar un "no" como respuesta, en vez de un sí. Al pensar en que quiero hablarte o que quiero preguntarte si tenés ganas de verme, me agarra un miedo que a cualquier otra persona hubiera convencido de simplemente no preguntar nada, pero que casi nunca termina teniendo efecto en mí. Entonces, cada vez que te extraño, Vos, mi más grande debilidad, resultás ser más fuerte que mi propia fortaleza, más fuerte que todo el miedo que tengo... y siempre termino sacándote el mismo tema: ¿cuándo podremos vernos?

Después de algún tiempo de proposiciones, las respuestas siempre fueron algo generalizadas y predecibles: "No sé, te aviso".
A veces fueron noches enteras las que no pude dormir pensando en la confirmación de tu respuesta. Reconozco que hasta lloraba rendida bajo las sábanas pensando en que era muy posible que mañana sería otro día sin poder aunque sea darte una pequeña caricia. Sentía bronca conmigo misma, me arrepentía una y otra vez convenciéndome de que no debí preguntarte eso porque pensaba en que por ahí te molesté o te presioné, y que por eso decidiste evadir la respuesta... el fondo de mi corazón sabía bien en qué acabaría todo: "No, al final hoy no puedo."

Hubieron veces en las que vos eras el que me invitaba o sacaba el tema de vernos. Pero al pasar el tiempo, las veces que yo lo hacía tus respuestas fueron tan parecidas a las anteriores, que a pesar de que todavía habían momentos en los que seguía animándome a preguntarte si querías que nos viéramos, ya presentía lo que me contestarías, y como casi siempre le daba al blanco poco a poco fui animándome cada vez menos a proponértelo...: "No, al final hoy no puedo". Es como que tuve que ir aprendiendo a acostumbrarme a los "no" y a las cancelaciones...


A pesar de eso, hoy flaqueé mucho.
Cuando me dijiste que hoy tampoco podríamos vernos, sentí una angustia grande, como si esta vez no me esperase esa cancelación. Por ahí es por el hecho de saber que vas a estar lejos todo este fin de semana; tal vez sea porque sé que mañana es 14 de Febrero (y sabés que no nombro esta fecha porque es "San Valentín"...) y porque ni siquiera voy a poder verte antes de que te vayas de viaje.


Algunas amigas y familiares me dicen "El que realmente quiere, puede"; "no sigas tomando como prioridad a quien te tiene como opción". Yo qué sé, a veces me pongo tan triste de que finalmente no podamos estar los dos juntos, que realmente pienso que no querés verme. Pero después me termino dando cuenta de que ellos, todos los que me dicen este tipo de cosas, no están en nuestros zapatos, nunca lo estuvieron. Nunca van a sentir en su piel lo que sentimos nosotros; vuelvo a recuperar mi objetividad y trato de reconfortarme al saber que no tenés por qué poder/querer verme siempre, que realmente estás ocupado porque tenés tus cosas, tu vida. Mucho más ahora... y yo no soy nadie para robarte tiempo que no querés o no podés darme. Ni siquiera hubiera tenido ese derecho siendo tu novia.

Yo realmente no sé del todo si mi presencia en tu vida sea tan necesaria como lo había sido siempre. Nunca me animo a hablarte de este tipo de cosas porque sé que si lo hiciera me sentiría como si estuviese reprochándote cosas, y yo no me creo tan Quién para hacerlo en estas circunstancias...
A pesar de todo esto, quiero que sepas que yo todo el tiempo voy a tener mucho para darte, y cada vez que pueda y me permitas hacerlo... aunque te vea tan poquito, quieriéndote ver tanto.

(Hoy te ví de lejos, desde la vereda del frente. Fue de casualidad, un segundo, y el corazón empezó a latirme rápido y fuerte al saber que no podría correr a abrazarte. Eso fue lo más cerquita que pudimos estar hoy, y seguramente lo más cerca que vamos a estar hasta que vuelvas de tus vacaciones...)

lunes, 11 de febrero de 2013

Porque me amaste

Por todas las veces que estuviste para apoyarme en vos y por toda la verdad que me hiciste ver; por toda la alegría que trajiste a mi vida y por todos los errores que convertiste en aciertos; por cada sueño que hiciste realidad y por todo el amor que encontré en vos... siempre voy a estar agradecida, mi amor.
Vos fuiste el único que me sostuvo, nunca me dejaste caer. Sos el único que me vio a través de todo...

Me diste alas y me hiciste volar. Tocaste mi mano y pude tocar el cielo. Sentí perder mi fe y vos me la diste de nuevo. Dijiste que ninguna estrella estaba fuera de alcance. Permanecía alta porque siempre estuviste para mí... tenía tu amor, lo tenia TODO... y estoy agradecida por cada día que me diste.


Quizás no sé mucho, pero sí sé que esto que hay es verdadero... fui bendecida al haber sido tan amada por vos.

Siempre estuviste ahí para mí, como un suave viento que me llevaba, una luz en la oscuridad alumbrando tu amor en mi vida. Fuiste mi inspiración, entre las mentiras eras la única verdad... y mi mundo era un lugar mejor gracias a vos.


Fuiste mi fuerza cuando fui débil. Fuiste mi voz cuando no pude hablar. Fuiste mis ojos cuando no pude ver  y viste lo mejor que había en mí. Me alzaste alto cuando creía no podría alcanzar nada. Me diste fe porque vos sí creías...

Soy todo lo que soy porque me amaste.


domingo, 10 de febrero de 2013

Joyeux Anniversaire

Hace días que vengo pensando en que hoy sería 10 de Febrero.

Estaba muy contenta de poder verte de nuevo ese día. A pesar de que las rosas que conseguí no fueron totalmente blancas, como tus preferidas, con lo que me alcanzó pude llegar a comprarte seis pequeñas rosas de otro color, y las hice envolver en un humilde ramito para poder dártelo como regalo en tu cumpleaños.
Tu hijo, ese por el que todavía muero de amor, me acompañó. Me pasó a buscar en la parada del colectivo y esperó pacientemente conmigo mientras envolvían tus rosas. Él siempre se da cuenta de cómo me siento, por más que yo trate de disimularlo, y yo ese día me sentía tan nerviosa, tan ansiosa de poder verte otra vez, que Él me abrazaba y agarraba fuerte mi mano en un gesto de apoyo, para tratar de calmarme...
"Feliz cumpleaños" -te dije mientras tímidamente te entregué el ramito. Recuerdo que sonreíste, la sonrisa te había llegado a los ojos... me abrazaste fuerte, y pusiste las rositas en un jarrón, sobre la mesita de tu cuarto. Después de poco los nervios se habían ido, y me sentía feliz de poder estar con vos de nuevo.

Eso fue hace exactamente un año, y lo recuerdo con ojos algo anegados, emocionada, nostálgica, extrañándote como siempre...
Sé que hoy ya no voy a poder ir a verte, ni abrazarte ni darte alguna rosa o algo, pero al menos me animé a saludarte aunque sea mediante un mensajito de texto... y no importa si no contestaste, simplemente espero que sepas, desde el fondo de tu corazón, que te tengo presente todo el tiempo, mucho más en este momento... deseándote siempre lo mejor, deseando que siempre estés bien.
Desde la distancia te mando el abrazo más cálido que me salga, ojalá en algún momento puedas sentirlo...

Te quiero. Feliz cumpleaños.

viernes, 1 de febrero de 2013

To be encouraged to say something

Hace meses que vengo aprendiendo a reprimirme cosas. A veces siento que es tanto lo que tengo para dar, o decir, que cuando no puedo hacerlo siento que el corazón me va a explotar... y creo que le pasa a cualquiera, pero es re feo tener ganas de decir algo que te está pasando, muchas ganas, y no encontrar las agallas suficientes para poder hacerlo.

Me pasó anoche. Cuando te vi por primera vez sonreí, porque te había extrañado mucho, y estaba feliz de poder abrazarte de nuevo. Pero a la vez tenía una mezcla de vergüenza y timidez con un miedo enorme, porque sabía que no te olvidarías, sabía que en cualquier momento me lo recordarías y me preguntarías "¿Qué es eso que tenías que decirme?".
Mientras caminábamos y mientras cenábamos yo casi no podía pensar en otra cosa. Miraba para todos lados y apenas sí podía concentrarme en prestar atención a lo que vos me contabas, yo siquiera podía hablar demasiado para sacar otro tema.

Y después... dicho y hecho. Por ahí lo que tenía que contarte no sería nada nuevo para vos (o por ahí sí, algo nuevo habría...), pero apenas me preguntaste me guardé en tu cuello para esconderme la vergüenza y el miedo, el miedo ante la posibilidad de saber cómo reaccionarías ante aquella confesión y a cómo me sentiría yo ante tu reacción.

A la vuelta, insististe una vez más, y yo ya me horrorizaba ante el hecho de seguir sin animarme a decir algo relacionado con el tema. Te acariciaba cuanto podía y suspiraba a cada rato porque sabía que después, al llegar a casa, volvería a extrañarte, tendría ganas de darte otro abrazo... pero más que nada sabía que me sentiría pésima por haber quedado en la nada de nuevo porque de verdad quería contarte lo que me pasaba, no quería escondértelo. La bronca conmigo misma hizo que me quedara callada y que me agarrara de la garganta... me dolía todo lo que me estaba tragando, tragaba saliva con el pensamiento de que de verdad estaba tragándome lo que quería decir, ¡no me animaba a sacarlo...! Y me hacía doler, en serio.

Apenas entré a casa y cerré la puerta, apoyé mi cabeza ahí, en medio de oscuridad, y por unos segundos me quedé temblando con dos o tres lágrimas saliéndoseme, y suspirando, sacando todo eso que antes me asfixiaba.
"Si tan solo..." -pienso ahora. Sos mi Talón de Aquiles, y si tan solo me hubieras insistido un poco más, estoy segura de que me hubieras convencido sin demasiado esfuerzo; o si tan solo yo hubiera encontrado el momento correcto para poder contártelo... por ahí las cosas ahora tendrían un sabor distinto.

No me animo a escribirlo acá, por lo menos. Por primera vez en mucho tiempo quisiera tener el coraje para contarte lo que me pasa mirándote a los ojos, bordó de la vergüenza, con el pecho temblándome de miedo, pero mirándote...
Porque anoche, cuando miré el reloj en el celular y vi que eran las 00:03, ni siquiera me animé a decirte que ya era Primero de Febrero, y sólo vos sabés lo que eso realmente significa... "¿Qué es eso que tenías que decirme?".

lunes, 28 de enero de 2013

"Al día siguiente, le dije que quería el divorcio. Ella preguntó por qué.

-Porque te amo. Amo a nuestro hijo, y todo lo que he hecho es culparlos a ustedes dos por haber abandonado mi sueño de ser ingeniero. Si hubiésemos esperado, las cosas habrían sido diferentes, pero tú solo pensaste en tus planes; olvidaste incluirme en ellos.

Athena no reaccionó, como si se lo esperase, o como si, inconscientemente, estuviese provocando esa actitud.
Me levanté y le di un largo y último beso. Me hospedé en un hotel barato y me quedé esperando todas las noches a que ella me llamase para pedirme que volviera, recomenzar una nueva vida; incluso estaba dispuesto a seguir con la misma vida si era necesario, ya que el hecho de apartarme de ellos me había hecho darme cuenta de que no había nadie ni nada más importante en el mundo que mi mujer y mi hijo.
Una semana después, finalmente recibí su llamada. Pero todo lo que me dijo fue que ya había recogido sus cosas y que no pensaba volver.
Después de nuestra separación y del inmenso sufrimiento que la siguió, me pregunté si realmente no había sido una decisión equivocada, inconsciente, propia de personas que han leído muchas historias de amor en la adolescencia, y que querían repetir a toda costa el mito de Romeo y Julieta. Cuando el dolor se calmó -y sólo hay un remedio para eso, el paso del tiempo-, entendí que la vida me había permitido conocer a la única mujer que sería capaz de amar en toda mi vida. Cada segundo a su lado había valido la pena; a pesar de todo lo que había sucedido, volvería a repetir cada paso que había dado.

Una vez, en una de las ocasiones que la vi al ir a buscar a mi hijo para pasar el fin de semana conmigo, decidí tocar el tema: le pregunté por qué se había mostrado tan tranquila cuando supo que yo quería separarme.

-Porque he aprendido a sufrir en silencio toda mi vida -respondió.

Entonces me abrazó y lloró todas las lágrimas que le gustaría haber derramado aquel día."

Es un fragmento de "La Bruja de Portobello", de Paulo Coelho. Por alguna razón -una razón muy evidente, diría yo- cada uno de estos renglones me hizo temblar de emoción.
"Pero Athena siguió, como si no me escuchase:
- Sólo soy feliz cuando pienso que Dios existe y me escucha; eso no basta para seguir viviendo, y nada parece tener sentido. Intento mostrar una alegría que no siento, escondo mi tristeza para que no se inquieten los que tanto me aman y se preocupan por mí. Pero recientemente he considerado la posibilidad del suicidio. Por la noche, antes de dormir, tengo largas conversaciones conmigo misma, y pido que se me vaya esta idea de la cabeza: sería una ingratitud hacia todos, una fuga, una manera de expandir tragedia y miseria por la tierra. Por la mañana vengo aquí a pedir que me liberen de los demonios con los que hablo por la noche. Me da dado resultado hasta ahora, pero empiezo a flaquear. Sé que tengo una misión que he rechazado durante mucho tiempo, y ahora debo aceptarla.
Esa misión es ser madre. Tengo que cumplirla, o me voy a volver loca. Si no puedo ver la vida creciendo dentro de mí, no podré aceptar la vida que está afuera."

Es un fragmento de "La bruja de Portobello", de Paulo Coelho.

lunes, 7 de enero de 2013

... sonríe porque sucedió

Siempre me caractericé por ser sensible. A mí me encanta ser cariñosa con la gente que quiero: me gusta dar abrazos cada vez que puedo hacerlo, ser abierta, expresiva y transparente. No me gusta guardarme ningún sentimiento, me encanta decir "te quiero" cada vez que lo sienta... pero ya hace bastante tiempo me di cuenta de que no puedo hacerlo siempre, tanto como quiero ni como quisiera hacerlo, porque la mayoría de las personas que conozco no son tan abiertas y cariñosas como a mí me gusta serlo, o simplemente porque noto que no les gusta la idea de ser tan expresivas.
Muchas veces recibí hasta cargadas por ser de la manera que soy. Cuando me ponía mal por no recibir el mismo cariño que yo daba, muchas veces sonreían diciéndome que eso sólo era "cosa de mujeres"; más de una vez me compararon con Mónica Geller, la obsesiva de la serie Friends que sólo quiere casarse y tener hijos, comparándome también con Susanita, una nenita de seis años, amiga de Mafalda, y que también sueña siempre con casarse...

Y sí, es cierto y lo reconozco, siempre quise casarme, siempre quise y sigo queriendo tener hijos algún día. ¿Pero por qué tengo que estar siempre tan limitada por la frialdad de los demás? Últimamente noto que se me ríen en la cara cuando trato de demostrar mis sentimientos, o mis deseos de formar una familia feliz: ¿Por qué? ¿Tan poca proyección tienen todos últimamente? ¿Y por qué está tan mal visto tratar de ser cariñosa con quienes uno ama? ¿Por qué a veces llega a ser incómodo darle un abrazo a quien realmente querés? Y no hablo de estar colgado todo el día como koala al otro, ni estar obsesivamente todo el tiempo diciendo "te quiero" a cada rato; me refiero a cosas que no se dicen con palabras, a sentimientos que se transmiten desde el corazón, no necesariamente hablando. Me refiero a esa conexión que tenés con la otra persona hasta cuando no estás con ella; a mirarse a los ojos y saber lo que el otro está pensando; a ese tipo de amor me refiero... y siento que eso ya es muy difícil de encontrar.

Así y todo, yo sigo firme, y al final sigo tratando de que la gente fría no limite lo que siento. Muchas veces miento diciendo que estoy bien cuando en realidad no lo estoy, sí, pero no voy a dejar de llorar cuando la gente me diga que soy una boluda al hacerlo, porque así lo siento, y porque esa sigue siendo la única forma de canalizar mis sentimientos como quiero, además de escribiendo; no me importa que la gente me diga que soy una boluda por seguir enamorada de la misma persona, o que me digan que soy una boluda por ser tan "cursi" o "sentimental", y también me parece ridículo que digan que soy una boluda cuando no "aprovecho la oportunidad" de estar con alguien más por serle fiel a algo que según los demás es un recuerdo y listo.
Y opino así, primeramente porque después de todo mi vida es Mi Vida, y yo soy la única que decide qué hacer con ella a pesar de que me duela todo lo que los demás me digan...; pero principalmente opino así porque sé que en el fondo todas las personas sienten lo mismo que yo, pero es que se dejaron llevar tanto por la amargura, que no dejan salir afuera todo lo hermoso que sienten, que, estoy segura, es bastante. Opino que todos tenemos un motivo por el cuál vivir, una meta qué alcanzar, pero creo que nadie se sentiría completo si les falta alguien con quién compartir todos sus logros y pesares. No importa cuán lejos uno llegue, no importa cuán rico uno sea, si no tiene alguien con quién compartir amor, al final termina no teniendo nada... y por eso el amor es tan deseado, por eso lo buscan tanto.

Yo me di cuenta de que no había encontrado nunca el llamado "Verdadero Amor", hasta después de enamorarme de vos. En mi el mayor punto de mi ingenuidad, creí que había estado loca de amor por alguien, pero me di cuenta de que lo que llegué a sentir antes está tan lejos de lo que siento ahora por vos, que no se puede comparar con nada. Si antes con otra persona creía que tenía cientos de razones para vivir, habiéndome enamorado de vos encontré miles, mucho más fuertes e incomparables razones más, es como que al darme cuenta de lo que era estar enamorada de vos, supe que no tendría nada más que buscar, te tenía ahí conmigo, fuiste lo mejor que la vida me había regalado, y eso me bastaba y me sobraba para seguir, te tenía conmigo compartiéndote mi vida, dándote todo incondicionalmente. Nada más me faltaba.

Tuvimos un montón de dificultades, pero el amor que sentíamos terminaba siendo más fuerte que cualquier adversidad y siempre estuvimos juntos, nunca soltaste mi mano...
Hace un tiempo, cuando finalmente dicidiste irte, empecé a valorar todo lo que me habías dado de una forma que claramente no había hecho antes. Era como extrañar tu casa en una isla desierta, o como querer que haya sol en medio de un temporal. Como querer agua en medio del desierto... empezar a extrañarte en ese momento fue más fuerte, incluso, que la angustia que sentí cuando mi abuela falleció, cuando me di cuenta que no la volvería a ver más... porque era darse cuenta que estaba en un punto inexorable y sin retorno, muy parecido a la muerte, a algo que había muerto.

Y sin embargo, acá estoy. Todavía secándome las lágrimas, sí... lo dije antes. Pero con una sonrisa al menos, porque sé que definitivamente vos fuiste quien dejó una marca enorme en mi vida, sin importar lo que los demás digan, porque ninguno de ellos estuvo en nuestros zapatos. Y no me refiero a esa marca que uno nota tener con amargura o resentimiento, de esas que uno quisiera no recordar; sino una huella llena de luz, una que quisiera que nunca se borre, como la que dejó mi abuela.
Agradezco cada abrazo que me diste, cada apretón de manos, cada mirada tuya que puedo seguir contemplando las pocas veces que ahora puedo verte, y cada cosa que todavía podemos decirnos sin hablar mientras nos miramos; cada risa que tuvimos la agradezco, cada anécdota, cada uno de los besos que nos dimos y todas las sensaciones que sentí al recibirlos. Estoy tan agradecida con la vida de que te hayas cruzado en mi vida en aquel cumpleaños, tan, TAN infinitamente agradecida de que hayamos tenido la oportunidad de habernos enamorado, de haber sentido este amor tan fuerte por alguien como JAMÁS lo había hecho...
Por haber crecido conmigo, gracias. Por haber aprendido tanto agarrados de la mano, por tantos hermosos momentos compartidos, por siempre haber hecho que cada beso sea más que sólo eso... pero sobre todas las cosas por haberme regalado esa hermosísima ilusión de haber proyectado mi vida con vos, una de las personas que más amaba y sigo amando en este mundo.

Y a eso me refiero con ser feliz. A buscar la felicidad a través del encuentro con el amor...


Gracias, Augusto. Muchísimas gracias por haberme amado tanto y haber hecho que mi vida haya tenido un significado.