lunes, 12 de octubre de 2009

Maldita sinceridad...

Para ser sinceros debemos procurar decir siempre la verdad. Esto parece muy sencillo, pero muchas veces cuesta más de lo que se cree. Se utilizan las "mentiras piadosas" para ocultar cualquier cosa que para nosotros es una tontería, pero que en realidad a la persona que mientes haces daño, y esta pequeña mentira que en un principio nos es nada se va haciendo más y más grande hasta que la verdad se acaba sabiendo y sorprendiendo a quien mientes.
La persona sincera siempre dice la verdad, en todo momento, aunque le cueste, sin temor al qué dirán. Ya que vernos sorprendidos mientras mentimos es más vergonzoso aún.
Al ser sinceros aseguramos nuestras amistades, somos más honestos con los demás y a la vez con nosotros mismos, convirtiéndonos en personas dignas de confianza por la autenticidad que hay en nuestra forma de comportarnos y nuestras palabras.


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Las pelotas, sinceridad de mierda. Conmigo es todo al revés, hacés que me pelee con todo el mundo. Si estoy bien con alguien estoy mal con otro.
Primero me hiciste perder a la que fue la mejor amiga que pude tener. Después me hiciste perder otra amiga importante: Por tratar de ser sincera y querer que lo sepa todo, hiciste que pierda la confianza en mí y desde ese momento nuestra relación es entera y completamente distinta.
Por culpa tuya hice sufrir a un montón de gente, perdí un montón de amigos...
Ahora por culpa tuya estoy sumergida en una burbuja de quilombos. Te odio, Sinceridad de mierda, te odio con toda mi alma...

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