lunes, 31 de agosto de 2009

Los amigos más fieles, sin duda.

Una vez, hace varios años, había visto en la tele un documental sobre perros, o algo así, no lo recuerdo.
Durante éstos últimos días anduve pensando mucho en ese documental, y a todo a lo que se refería... Es decir, ¿Nunca se pusieron a pensar de que el ser humano es el ser más cruel de todos? Jaja, no lo digo con ninguna intención de rebajar o insultar... pero, lean esto, es parte de lo que una vez un abogado había dicho en un juicio:


El mejor amigo que un hombre pueda tener, podrá volverse
en su contra y convertirse en su enemigo. Su propio hijo o hija, a quienes crió
con amor y atenciones infinitas, pueden demostrarle ingratitud. Aquellos que
están mas cerca de nuestro corazón, aquellos a quienes confiamos nuestra
felicidad y buen nombre, pueden convertirse en traidores. El dinero que un
hombre pueda tener también podrá perderlo, se volará en el momento que más lo
necesite... El único, absoluto y mejor amigo que tiene el hombre en este mundo
egoísta, el único que no lo va a traicionar o negar, es su perro.
Caballeros del jurado, el perro de un hombre
está a su lado en la prosperidad y en la pobreza, en la salud y en la
enfermedad. Dormirá en el frío piso donde sopla el viento y cae la nieve, sólo
para estar junto a su amo. Besará la mano que no tenga comida para ofrecerle,
lamerá las heridas y amarguras que produce el enfrentamiento con el áspero
mundo. Si la desgracia deja a su amo sin hogar y amigos, el confiado perro solo
pide el privilegio de acompañar a su amo para defenderlo contra todos sus
enemigos. Y cuando llega el último acto, y la muerte hace su aparición y el
cuerpo es enterrado en la fría tierra, no importa que todos los amigos hayan
partido. Allí junto a la tumba, se quedará el noble animal, su cabeza entre sus
patas, los ojos tristes pero abiertos y alertas, noble y sincero, mas allá de la
muerte.


O sea, yo leí eso y me llegó al alma. Porque para mí es la verdad más grande que hay.
Con sólo brindarle un plato de comida, ellos a cambio nos darán su incondicional protección, su cariño gracioso. Pero las personas somos engreídas y mal agradecidas: Hay gente que a la que le chupa un huevo el estado del pobre animal, los tiran a la calle sin compasión, los abandonan, los maltratan.

Yo suelo acariciar a los perros de la calle, y lo hago sin ningún asco, para nada. Verlos ahí, enfermos, sarnosos, flacos, abandonados, mirar esos ojos como diciendo "Ayudame", les juro que me mata. No puedo ver a un animal mal, me sensibiliza demasiado. Me sensibiliza mucho más la impotencia, la idea de saber que no puedo hacer nada (Porque créanme,si fuera por mí llevaría a todos a mi casa, pero no puedo :( jaja). Incluso me sensibiliza más que ver sufrir a una persona. Si por ahí presencio un accidente, bueno, me dará impresión... pero, tal vez pueda sonar exagerado, pero ver un perro muerto y abandonado sobre la calle es una de las imágenes más horribles que puedo presenciar :/.
Me sensibilizan porque para mí son seres inocentes, no parecen conocer la maldad (Y si se les presenta la imagen de perros mordiendo gente, créanme: De tal palo tal astilla, si su dueño es así, el perro querrá imitar al amo), fueron hechos para brindarnos cariño, son uno de los únicos que sabremos que se pondrán felices si nos ven. ¿No es así?

Las personas llegamos a vivir muchos años porque nos falta mucho aprendizaje, pero dicen que los perros viven poco porque no les hace falta aprender a amar: durante toda su vida lo único que saben hacer es brindar amor y gratitud... incondicionalmente. ¿No lo creen?
=)

(Wendy, Yenni & Kitty: Yo no quiero que me falten nunca...)

3 comentarios:

Emi dijo...

todavía no logro diferenciar a tus perras.
interesante en conclusión los perros son lo mejor y las personas estiercol jajaja aa mata mi comparación XD, pero es verdad somos esos porq tenemos un amplio repertorio de sentimientos, pero los cachorros, perros tienen el fundamental , el más importante desarrollado que es el amor ,el resto lo aprende del amo XD.

amo a mi perros, más a la Nina(L) porq es una rompe coco igual que yo

te quiero Liz!!

galmar dijo...

:) bonita entrada!! recuerdo una noche en mi aldea, íbamos a una fiesta, había poca luz, los dos perros de casa, uno por cada lado, hicieron guardia una buena parte del camino, mientras uno subía, el otro bajaba, parecía que llevábamos escolta, nos protegieron; se llamaban moro y pastor. eran buenísimos :)
me los has recordado, gracias :)

Seb dijo...

Me tocó, nada más.