– Está nublado Mariel... tenés que volver a tu casa antes de que llueva... –Aconsejó Hernán.
– No quiero volver allá.
– Dale, no te hagás la caprichosa... –Replicó el chico sonriendo y secándole las lágrimas– Está empezando a haber mucho viento, mirá que puede subir el polvo y te puede pasar como la otra vez, que no dejabas de estornudar...
La chica sonrió con gracia al recordar ese momento.
– Dale, boluda, no tenés que hacerle más caso, lo que esa forra busca es hacerte la vida imposible...
– La felicito, porque lo consiguió.
– Precisamente –Afirmó el chico– Al ver que lo consigue va a seguir haciéndote daño hasta que se pudra... ¡lo va a seguir haciéndo! aparte mirá lo que es esa cara... todos los rulos volados, los ojos todos negros... ¡una chica como vos no tiene qe estar así!
– ¡Bueno, Hernán! – Rió Mariel sacando la mano de él de su cara– no sabía que me veía tan desalineada.
– Dale, dejá de lagrimear y vamos, te acompaño hasta tu casa...
Mariel se quedó mirando el piso, sentada en la hamaca, y siente que algo roza su cuello. Cuando mira a su izquierda ve una margarita al lado de ella.
– Ojo, no estornudes, ¿eh?... ¡ni los pelos volados te dejan ver la flor!
– No seas idiota, Hernán – Rió la chica mientras se levantaba–
– Ay, la nena malcriada se pone quisquillosa...
Al decir esto, él se acerca y al mismo tiempo también lo hace con la margarita. Lo puso sobre su nariz llena de pecas y al ver la reacción de Mariel, preparándose para largar alto estornudo, se acerca mucho más a ella, y con su mano en la nariz de la chica le dice:
– No puedo creer que aunque tengas los ojos hinchados y el maquillaje corrido por el llanto, los rulos despeinados por el viento, y aunque tengas esa alergia que te jode la vida... me seas igual de hermosa desde siempre...
La agarró de la cintura, y se quedaron mirándose por un largo rato... la nariz de la chica sudaba de nuevo, como esa primera vez en el auto de Hernán, en que él se había acercado a ella de la misma forma en que lo estaba haciendo ahora...
– Te quiero mucho, Mariel...
Y con la primera gota de lluvia caída en sus rostros cercanos, le robó el primer beso que tuvo con ella.
1 comentario:
te gusta la lluvia, no? hicites otro relato que terminaba en un beso bajo la lluvia, tmb lo habías subido creo. ese en que la chica creia que con un beso de pequeña quedaba embarazada ajajaja igual que vos creias eso nh.
yo tmb quiero un beso bajo la lluvia ahora ¬¬.
no es su cuerpo ni belleza lo que me hace enloquecer, es lo que hay en su cabeza y en su corazón... no sé porq comino se me vino a la mente ese tema cuando lei la parte en que Hernan le decia a Mariel(como tu segundo nombre).
los defectos son lo que nos atraen muchas veces del otro, los defectos que poseemos son lo que nos hacen tan especiales y nos hacen resaltar de los demás y diferenciarnos.
nos vemos mañana nh
me alegro que le des más bolilla a tu blog chica que me pego el vicio a eso ¬¬jajaja
te quiero amiga =)
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