Qué loco como corren las palabras de una persona a otra, no? Es como el teléfono descompuesto entre un millón de personas: al principio el primero que dice algo se lo pasa a otro, y el último en recibir el mensaje de ese millón, escucha una versión totalmente distinta.
Bueno, a mí me pasa eso, pero el teléfono está tan descompuesto que tres personas son suficientes para desarmar la idea por completo. Pero DESARMARLO, a tal punto que el quilombo termina siendo demasiado grande y muy difícil de poder sostener.
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