Durante éstos últimos días anduve pensando mucho en ese documental, y a todo a lo que se refería... Es decir, ¿Nunca se pusieron a pensar de que el ser humano es el ser más cruel de todos? Jaja, no lo digo con ninguna intención de rebajar o insultar... pero, lean esto, es parte de lo que una vez un abogado había dicho en un juicio:
El mejor amigo que un hombre pueda tener, podrá volverse
en su contra y convertirse en su enemigo. Su propio hijo o hija, a quienes crió
con amor y atenciones infinitas, pueden demostrarle ingratitud. Aquellos que
están mas cerca de nuestro corazón, aquellos a quienes confiamos nuestra
felicidad y buen nombre, pueden convertirse en traidores. El dinero que un
hombre pueda tener también podrá perderlo, se volará en el momento que más lo
necesite... El único, absoluto y mejor amigo que tiene el hombre en este mundo
egoísta, el único que no lo va a traicionar o negar, es su perro.
Caballeros del jurado, el perro de un hombre
está a su lado en la prosperidad y en la pobreza, en la salud y en la
enfermedad. Dormirá en el frío piso donde sopla el viento y cae la nieve, sólo
para estar junto a su amo. Besará la mano que no tenga comida para ofrecerle,
lamerá las heridas y amarguras que produce el enfrentamiento con el áspero
mundo. Si la desgracia deja a su amo sin hogar y amigos, el confiado perro solo
pide el privilegio de acompañar a su amo para defenderlo contra todos sus
enemigos. Y cuando llega el último acto, y la muerte hace su aparición y el
cuerpo es enterrado en la fría tierra, no importa que todos los amigos hayan
partido. Allí junto a la tumba, se quedará el noble animal, su cabeza entre sus
patas, los ojos tristes pero abiertos y alertas, noble y sincero, mas allá de la
muerte.
(Wendy, Yenni & Kitty: Yo no quiero que me falten nunca...)