-Que seas feliz siempre. -Te escribí.
¿Y cómo no desear tu felicidad, si sos la persona que más amo?
Ojalá haya podido hacer más para curar las heridas que pude causar a tu corazón y a tu alma. Ojalá pueda haber algo que cure mis heridas también... Heridas que duelen hasta lo más profundo, arden y queman, pero con las cuales nunca me importó seguir adelante con tal de poder estar a tu lado.
Pero ya no estás... Y el dolor me asfixia.
Otra vez, ojalá hubiera podido hacer un poco más. Ojalá hubiera podido retomar los remos y demostrarte con total certeza el ilimitado significado que tenés para mí y lo puramente, sincera y transparentemente enamorada que sigo de vos.
Con esto escribo mis últimas palabras acá...
Te amo para siempre y siento que nunca voy a dejar de hacerlo. Esa es la razón por la que quiero dormirme y no despertarme nunca más. El dolor de verdad es insoportable.
1 comentario:
Me sentí tan tan identificada.
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