Y así, abatida, en medio de toda la mezcla fermentada de sidra, pan dulce y ruidos que ensordecían a las cero y un minuto, la voz inocente y asustada de uno de mis primitos resaltó:
¡Digan a todos que paren los petardos, van a matar a Papá Noel!(Es imposible escuchar esto y no quedarte anonadado de enternecimiento)
2 comentarios:
aaay me muero que tierno :D que bueno tener noticias tuyas liz :)
Cuánta inocencia que tiene esa criatura!
Me acuerdo que cuando era chico, el momento del año que más disfrutaba era navidad.
Abrazo grande.
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