domingo, 6 de julio de 2008

Llueve


A pesar de que hoy no me dediqué tanto a eso, siempre consideré que un día de lluvia es excelente para encerrarte en tu cuarto y pensar un poco. Hace mucho que no tengo tiempo de tomarme mi tiempo, estar en mi pieza y mirar el techo. Tengo la cabeza tan atrofiada de cosas... Hace días que no me encuentro tranquila, creo que hasta ahora no pude permanecer un día entero sin escuchar los gritos de alguien. Fue una semana bastante angustiante, y encima de que soy una mina 0% ego, me pongo triste por estupideces y es peor porque mi autoestima lo veo por el piso.
Es como que, a pesar de que estoy rodeada de cosas hermosas y que tengo personas al lado que se preocupan de mi bienestar (L), siempre termina lloviendo en mi cabeza y veo todo en la forma más pesimista posible, a pesar de que quiero ser positiva.
Tampoco se cómo sigo soportando esto. Creo que estube tres días consecutivos sin dejar de llorar... y eso me molesta mucho.

Lo malo de la lluvia es saber que aunque quieras, no podés ver el cielo. Las gotas de agua te cegan la mirada hacia el sol; sin embargo siempre sabés que tarde o temprano gracias a ciertos factores el cielo se despeja, y te sentís más aliviado, con más ganas de salir aireado.

Menos mal que nunca llueve eternamente.

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