Me acuerdo que cuando te conocí me retaste porque te traté de "usted". Me había causado gracia porque yo tenía generalizado que ninguna mamá de su hijo le daba ese poder de confianza a su nuera sin dejar pasar bastante tiempo... mucho más sabiendo que yo era la nueva, por así decirlo.
Sí, yo era la nueva y al principio me daba un poco de vergüenza hasta preguntarte "Cómo estás" en vez de decirte "Cómo le va"... me era difícil porque siempre fui tímida, creo que cualquiera se podía dar cuenta de eso, de todo lo que me costaba sentirme parte de esa pequeña nueva familia que estaba empezando a tener...
Y es obvio que mi novio me ayudó mucho a sentirme cómoda dentro de su familia, pero si hay alguien que me hizo sentir súper incluída ahí adentro, esa siempre fuiste vos, desde el principio. Y es ahora cuando recuerdo todo lo que hiciste por mí hasta ahora, es ahora cuando me doy cuenta de todo lo que extraño tus abrazos y las palabras tan lindas que me decías las pocas veces que me animé a acercarme a vos para tener una charla.
Me acuerdo que un día, al irme a buscar a casa, hasta saliste del auto para saludarme cuando yo saliera; en mi cumpleaños me hiciste mi torta preferida; cuando tu hijo se fue de vacaciones fui a visitarte igual y hasta tuviste el detalle de hacerme un mate azucarado a pesar de que a vos te gusta amargo; íbamos a asistir a una fiesta y vos me ayudabas a elegir mi vestido, tuvimos otra y aunque vos ni siquiera ibas a asistir te molestaste en peinarme y ponerme tu perfume para que yo quedara preciosa; me animé a contarte cosas que no se las cuento ni a mi propia mamá, hubo algún que otro momento en el que no pude evitar llorar frente a vos y sin embargo no te alejaste nunca... y es por eso que ahora no sólo te considero la mamá de la persona que amo con todo mi corazón... sino que también hasta te considero mi propia mamá, porque por mí hacés cosas que, lamentablemente, ni siquiera noto que mi propia mamá hace por mí...
Es por eso que estoy tan triste, y por eso te extraño tanto. No quiero que por culpa de mis actitudes irresponsables y poco criteriosas termine perdiendo la valiosa confianza que te animaste a brindarme desde el principio. Me duele mucho pensar en que rechazás mi presencia, en la posibilidad de que ya no me consideres la hija que quisieras ver reflejada en mí...
Pase lo que pase en el futuro, no quiero perder ni a tu hijo, ni a vos... ni a toda la familia de la cual me permitiste ser parte. Te juro que con todo mi arrepentimiento lo deseo así, y espero con ansias el día en el que me abraces, y como en mi sueño, me digas "Ya está, ya pasó. Te perdono. Te quiero".
Te quiero mucho...